Igual que la nutrición, la respiración nos pone en contacto con la vida universal. Pero para que esta relación sea completa y rica, debemos ser conscientes de la respiración y acompañarla con un trabajo del pensamiento.
He aquí un ejercicio: al expulsar el aire, piensen que llegan a expandirse hasta tocar los confines del universo...luego, al inspirarlo, sientan que de nuevo vuelven hacia ustedes, hacia su ego que es como un punto imperceptible, el centro de un círculo infini...to. Una vez más, se dilatan...de nuevo, vuelven hacia el centro...Así, descubren ese movimiento de flujo y reflujo que es la clave de todos los ritmos del universo. Haciendo el esfuerzo de volver consciente ese movimiento de flujo y reflujo en ustedes, entran en la armonía cósmica y se realiza un intercambio entre el universo y ustedes: al inspirar, reciben elementos del espacio, y al espirar proyectan algo de su corazón y de su alma. Aquel que sabe armonizarse con la respiración cósmica entra en la conciencia divina.
He aquí un ejercicio: al expulsar el aire, piensen que llegan a expandirse hasta tocar los confines del universo...luego, al inspirarlo, sientan que de nuevo vuelven hacia ustedes, hacia su ego que es como un punto imperceptible, el centro de un círculo infini...to. Una vez más, se dilatan...de nuevo, vuelven hacia el centro...Así, descubren ese movimiento de flujo y reflujo que es la clave de todos los ritmos del universo. Haciendo el esfuerzo de volver consciente ese movimiento de flujo y reflujo en ustedes, entran en la armonía cósmica y se realiza un intercambio entre el universo y ustedes: al inspirar, reciben elementos del espacio, y al espirar proyectan algo de su corazón y de su alma. Aquel que sabe armonizarse con la respiración cósmica entra en la conciencia divina.
Omraam Mikhaël Aïvanhov
NAMASTE!
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