jueves, 9 de julio de 2015

El cultivo del melón

El melón, Cucumis melo, es una planta herbácea perteneciente a la familia de las cucurbitáceas de fácil cultivo en el jardín. Es una planta anual de hábitos rastreros que crece de forma ramificada y ocupando un gran espacio.

Los flexibles tallos están recubiertos de finos pelitos. Las hojas también están recubiertas de dichos pelitos por ambos lados. Las flores son pequeñas y de color amarillo y pueden ser femeninas o masculinas. Las flores femeninas son las que brotan de manera aislada en la axila de la primera hoja de las ramas laterales. Las masculinas en cambio crecen en grupos de tres o cuatro al comienzo de las ramas laterales.

 
 
El melón es una planta que necesita una excelente exposición solar y un terreno rico en materia orgánica, de textura media y bien drenado. Los riegos deben ser regulares y en ningún momento deben mojar las hojas de la planta.
 
 
 
Podemos cultivar el melón directamente con semillas en el suelo o en semillero. En este último caso iniciaremos el proceso a principios de la primavera. Si los plantamos directamente en el suelo esperaremos hacia finales de la primavera para que las temperaturas sean ya un poco más cálidas.
 
Se plantan dos o tres semillas juntas, espaciaremos la siembra un metro en cada hilera y entre ellas. Cuando las plántulas tengan cuatro hojas dejaremos sólo una y las demás las arrancaremos.
 
La cosecha del melón se realiza de forma escalonada según vayan madurando los frutos y tomando el color característico de cada variedad. Las variedades de melón son numerosísimas y generalmente se dividen en variedades de verano y de invierno. Las primeras suelen tener la carne más blanda y jugosa y las de invierno en cambio más prieta y firme lo que permite que se puedan guardar hasta el invierno aunque se recolecten a finales de verano.



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