sábado, 25 de julio de 2015

Por qué y cómo eliminar el pH ácido del cuerpo

Un cuerpo con un pH desequilibrado no es capaz de realizar sus funciones correctamente. La situación empeora si se toma en consideración que, para neutralizar la acidez, el organismo toma minerales alcalinizantes, como el calcio, el magnesio y el potasio, que están depositados principalmente en los huesos, las articulaciones y los dientes. Es por eso que es fundamental es mantener una dieta equilibrada para mantener el cuerpo siempre balanceado. Sin embargo, no todo pasa por la alimentación: el estrés de la vida diaria también es acidificante, al igual que los químicos liberados por los productos que utilizamos cotidianamente.

Cuáles son los síntomas ocasionados por un pH ácido



El pH es una medida que indica la concentración de iones de hidrógeno en el cuerpo. La escala va de 1 a 14 y se considera el 7 como el punto de neutralidad. Si la cifra es menor que este número, entonces el pH es ácido. Si es mayor, entonces el pH es alcalino.  Se puede medir en la saliva o en la orina usando una tirita de papel tornasol a primera hora del día, en ayunas. Lo ideal es tener un pH ligeramente alcalino, de entre 7,3 y 7,45.

Según explican en un artículo de Natural News, la mayoría de las enfermedades no logran desarrollarse cuando el pH del cuerpo es alcalino. Esto se debe a que, en estas condiciones, los virus y hongos no pueden reproducirse. Es decir que cuando el pH está balanceado, el cuerpo se mantiene saludable.

Estos son algunos de los síntomas que puede ocasionar un exceso de acidez:

- En el aparato digestivo: indigestión, náuseas, hinchazón, reflujo.
- En el sistema circulatorio: enfermedades cardíacas.
- En el sistema inmunológico: el pH ácido favorece la incubación de bacterias y patógenos.
- En el sistema respiratorio: resfríos, asma, bronquitis.
- En los huesos: dolor, rigidez e inflamación de las articulaciones como consecuencia de un exceso de ácido que daña a los cartílagos.
- En la piel: lesiones superficiales, como erupciones o sarpullidos.
- En el sistema nervioso: la acidez lo desvitaliza, lo cual genera debilidad física, mental y emocional.
- En el sistema urinario: pueden formarse cálculos renales si el cuerpo se ve obligado a tomar minerales alcalinos de los huesos para equilibrar el pH con demasiada frecuencia.

Consejos para equilibrar tu pH

- Escoge alimentos orgánicos  para evitar los pesticidas, químicos y otros contaminantes.

- Consume alimentos alcalinos. En particular, deberías consumir más frutas y verduras, especialmente aquellas de hojas verdes.
- A la hora de preparar tus comidas, procura combinar los alimentos ácidos con otros muy alcalinos. Así, lograrás equilibrar tu dieta. Por ejemplo, si vas a comer carne, acompáñala con una ensalada de vegetales alcalinizantes, como la espinaca, el aguacate, el repollo, la lechuga, el tomate o la rúcula.

- A pesar de su sabor ácido, el limón es altamente alcalinizante. Mezcla el jugo de medio limón orgánico con dos cucharadas de miel y alrededor de 250 cm3 de agua tibia calentada al fuego, no en el microondas. Toma esta bebida por la mañana, en ayunas.

- Reduce al mínimo tu consumo de carne (en cualquiera de sus variedades), azúcares y harinas refinadas y lácteos. Todos estos alimentos son altamente acidificantes.

- Procura beber mucha agua durante el día para limpiar tu organismo y eliminar las toxinas.
- En algunos casos, por más que se consuman alimentos alcalinos, el pH no logra equilibrarse. El estrés es uno de los factores que puede afectar esta situación. Intenta mantenerlo controlado. 
- Evita limpiar tu hogar con productos químicos, ya que los factores ambientales también pueden desequilibrar el pH.  En su lugar, escoge opciones naturales. Usa cítricos, vinagre o bicarbonato de sodio.
- De igual modo, busca usar productos de belleza y cuidado personal que sean naturales.

CUIDEMOS NUESTRO CUERPO, SEAMOS SALUDABLES NAMASTE!

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