“Contrario a lo que se podría pensar -nos explica el Doctor- en el Yoga de la Risa no se utilizan chistes, ni humor, ni comedia, sino que se basa en el hecho de que el cuerpo no distingue entre la risa auténtica y la risa simulada. Esto quiere decir que una vez que tú decides reír, el cerebro empieza a secretar una gran cantidad de químicos de bienestar tales como dopaminas, endorfinas y serotoninas, sustancias que mejoran la salud y causan esa sensación de alegría”.
Por lo tanto, ya sea que decidas reír de forma auténtica o de forma simulada, los beneficios que vas a encontrar son exactamente los mismos, ya que está científicamente demostrado que el cuerpo no distingue la diferencia entre ninguna de las dos risas.
Una clase se conforma de tres partes: primero se hacen ejercicios de risa simulada con ejercicios de respiración. Todo se hace de pie y se incorporan elementos de estiramientos, respiración, cantos y bailes. “Como le digo a mis alumnos -narra el Dr. Nathan- reír, bailar, cantar y jugar son cuatro alegrías del ser humano que son innatas, no cuestan nada y son elementos que nosotros usamos en nuestras sesiones”.
El embajador de la risa en México nos explica que la risa es una emoción que tenemos un poco cerrada, “es como una llave de agua que hace mucho tiempo que no abres, que se le forma sarro alrededor y es difícil de abrir. Entonces, lo que hacen estos ejercicios es lubricar esta llave para ir quitando el sarro e ir abriendo nuestra capacidad de reír”.
Después de estos ejercicios de actitud juguetona, llega la segunda parte de la clase que es llamada ‘La meditación de la risa’, en la cual se sientan todos en círculo viéndose a los ojos, la idea es estar en contacto con la respiración y con todo lo que el cuerpo está diciendo. En ese momento, la risa, que en un momento era simulada, empieza a fluir, y aquí es cuando se dice que empieza a surgir la cascada de la risa, la cual es totalmente auténtica y todo pasa en un espacio meditativo y en contacto con nuestro cuerpo. Por último, se realiza una relajación guiada con la cual se termina la clase.
El nacimiento de una feliz idea
El Dr. Kataria se dispuso a investigar más dinámicas para sacarle provecho a la risa y descubrió el hecho científico de que, sin importar que sea natural o simulada, la risa tiene los mismos beneficios para la salud. Con esta gran revelación, en las siguientes clases les pidió a sus alumnos que se rieran por un minuto, sin importar que no hubiera un motivo, después de un rato la gente empezó a reír de forma auténtica. Así fue como fueron naciendo las clases de Yoga de la Risa a las que, con el paso del tiempo, se les fueron agregando ejercicios de respiración, estiramiento, relajaciones, etc.
Actualmente, existen aproximadamente cinco mil clubes de la risa en más de 50 países, y se practica en lugares tan diversos como centros de Yoga, empresas, escuelas, asilos, hospitales, prisiones, gimnasios y clubes deportivos.
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"NO REÍMOS PORQUE ESTAMOS ALEGRES; ESTAMOS ALEGRES PORQUE REÍMOS"
Dr. Nathan Mansbach
Namaste,
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