MIS QUERIDOS LECTORES LES DEJO ESTAS MARAVILLOSAS PALABRAS DE REFLEXION. SI LEEN ESTO ES POR ALGO, PARA EMPEZAR UN CAMINO DE SABIDURIA

De la sabiduría ancestral, podemos aprender a no cuestionar sin objeto aquellos acontecimientos en nuestra vida que no nos agradan o en su caso, encontrar respuestas que nos ayuden a comprender mejor a las personas que nos rodean. En este caso están estas Leyes espirituales que compartimos hoy en estas páginas. Primera “La persona que llega es la persona correcta” Cuantas veces llegan a nuestras vidas diferentes personas, ya sean niños o adultos, que diversas circunstancias nos permiten entrar en contacto con ellas. Debemos estar atentos, porque estas personas entraron a nuestra vida (aunque sea temporalmente) por alguna razón: para hacernos aprender una lección o para avanzar un grado en nuestra evolución. Nadie llega a nuestra vida por casualidad. La segunda ley dice: “Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”. Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el: “si hubiera hecho tal cosa…hubiera sucedido tal otra…”. No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo. Tercera “En cualquier momento que comience es el momento correcto”. El comienzo de algo en nuestras vidas, un nuevo empleo, una nueva relación, una nueva adquisición, llega siempre en el momento justo. Cuando sea el momento indicado, cuando estemos preparados, ese acontecimiento tiene su inicio, ni antes ni después. Cuarta “Cuando algo termina, termina” Así de simple. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto no lo cuestionemos, simplemente aceptémoslo. Hay designios superiores que no comprendemos. Sigamos adelante enriquecidos con esa experiencia. Nada es casual y tampoco lo es el que usted esté leyendo estas cuatro leyes espirituales. Si hoy llegaron a su vida, es porque ya está preparado para comprender que nada sucede por equivocación o por capricho. Todo en la vida tiene una finalidad suprema.   NAMASTE!